LA MISIÓN: UN LLAMADO AL AMOR

cuando se habla de misión, generalmente pensamos en los suburbios, los montes, los desiertos... pero no imaginamos que la misión está aquí, que es necesaria entre nosotros.
misión, es una palabra muy pequeña, pero que encierra en si, según mi modo de verla, un gran significado, que podría traducirse en amor, generosidad, compañía, cariño, ayuda, entre otros.
Cuanto necesita nuestra sociedad de ti. Necesita misioneros, pregoneros de la Buena Nueva que quieran formar parte de este gran rebaño que son los hombres y mujeres escogidos por Dios, para que lleguen a sus corazones y hagan presente en ellos el amor de Dios que muchas veces se pierde por que no queremos recibirlo.
Vivimos en una sociedad donde no pensamos en la vida como tal, sino que lo que mas nos interesa es consumir, vivir al ritmo de la tecnología, vivir según el criterio de los medios de comunicación, pero dejamos de lado la vida espiritual, como si no tuvieramos necesidad de un ser trascendente, que es el que, a fin de cuentas mantiene nuestra existencia.

Nuestra sociedad necesita redescubrir la pasión por la vida, necesita amor, necesita paz, necesita reencontrarse consigo misma, para descubrir cual es el verdadero sentido de su diario vivir.

Misión es amor, un llamado a entregar tu vida generosamente al servicio de los demás, es donar tu vida para que otros puedan llegar al Dios amor. Es peder tu vida para que otros vivan. Misión es hcer que cada cosa de nuestra cotidianidad sea fruto de buenas obras para los hombres que sufren, que lloran, que no encuentran sentido a la vida.
Misión es ser dador de vida, para tantos que viven como si no vivieran.
Querido misionero, vale la pena entregar la vida por los demás, cuando sabemos que nos acompaña la gracia de Dios, que a través de su hijo, nos ha dado la salvación, vale la pena amar sin fronteras, convencidos de que lo que demos nos será devuelto en un cien por ciento.
Eres misionero? entonces, eres bendecido por el Señor; quieres ser misionero? entonces,  avanza sin desfallecer en tu proyecto de vida, pues en la medidad que ames, recibiras amor, alegría, gozo y plenitud.
"TODO LO QUE HICISTE POR UNO DE ESOS MIS PEQUEÑOS, CONMIGO LO HICISTEIS" S. Evangelio.